05.29.2007 Coqueta
El fin de semana tuve la oportunidad de ver en Telemundo (televisión abierta para un ciudadano fronterizo como yo) la película Coqueta (1983) con Pedrito Fernández - en su regreso a los escenarios como estrella pop- y Lucerito -en su debut como "actriz"-.
Durante su exibición me sucedió algo muy peculiar y un tanto desagradable:
La ví con ojos de crítico, de alguien con suficiente experiencia cinematográfica como para notarle todos sus defectos.
Lejos están los días en los que iba a ver con inosencia junto con mis hermanos esta clase de películas al cine bajo la tutela de mi nana Juanita, sin saber que todo terminaría en un lago de lágrimas. En aquellos tiempos cuando el cine contaba con la llamada permanencia voluntaria y se podían ver dos películas con un solo boleto, produciéndose combos tan dispares como El Regreso del Jedi seguida de Mamá soy Paquito... (no mamen).
Hoy día solo presencie con nostalgia una cinta llena de estrafalarios vestuarios, errores técnicos, música espantosamente producida, actuaciones baratas y el famoso e inminente melodrama - o como un amigo le llama con certeza: "El síndrome del Torito".
Mencioné ya que es una película que me encanta? Es grandiosa. O cuando menos solía ser mas grandiosa en mi mente de lo que en verdad es:
"Un momento, pensé que esa canción era mas divertida... apesta."
"Que no había juegos más avanzados y grandes en Reino Aventura? Parece feria de pueblo."
"Esos mocosos de atrás ni siquiera tienen conectados sus instrumentos eléctricos."
"Hmmmm, Lucero no ha cambiado nada... pero en su calidad actoral."
A pesar de que al volver a ver esta película sentí como si me violaran la mente por el hoyo de mis recuerdos, sigue siendo una de esas que son parte de la cultura popular mexicana y de una época mas inocente. Salud por aquellos días.
